Marcel Bataillon
(Dijon, 1895 - París, 1977) Hispanista francés. Sus estudios sobre el humanismo y la espiritualidad en el Renacimiento español y la influencia de corrientes religiosas como el erasmismo en la literatura del Siglo de Oro renovaron los estudios hispánicos en Francia. Su tesis doctoral sobre Erasmo y España (1937) es un clásico; no menos importantes son La Celestina según Fernando de Rojas (1961) y los Estudios sobre Bartolomé de las Casas (1965).
Marcel Bataillon
Becado en Madrid por la École des Hautes Études Hispaniques de París (1920-1922), Marcel Bataillon pasó luego a Portugal para enseñar letras francesas en la Universidad de Lisboa. Ya por entonces dio a la luz relevantes artículos, llegando a demostrar, en 1925, que el Diálogo de Mercurio y Carón era obra del humanista Alfonso de Valdés, secretario del emperador Carlos V. Un año más tarde publicó el Diálogo de doctrina cristiana de su hermano, el también humanista Juan de Valdés. Posteriormente fue profesor en el Liceo de Burdeos (1926-1929), en la Universidad de Argel (1929-1937) y en La Sorbona de París (1937-1945), alternado su labor docente con las investigaciones en la Escuela Francesa de Madrid.
Durante aquellos años, los de mayor producción de su vida, se configuraron los que serían principales temas de sus investigaciones, unidos todos ellos por el argumento común del humanismo, las reformas religiosas del siglo XVI y la consideración del hecho religioso como un fenómeno socialmente interrelacionado pero a la vez autónomo y explicativo por sí mismo. Aunque de aquella época datan sus primeros artículos sobre la novela picaresca, Miguel de Cervantes, Domingo Faustino Sarmiento y los autos sacramentales y comedias de Lope de Vega y Tirso de Molina, la mayor parte estaban dedicados a los humanistas españoles: Luis Vives, San Ignacio de Loyola, González de la Calle, Juan de la Cueva, Juan de Ávila, Fray Luis de Granada, San Juan de la Cruz y Fray Francisco de la Cruz.
El interés de Bataillon, sin embargo, se había centrado definitivamente en la personalidad, obra e ideas del teólogo reformista Erasmo de Rotterdam y en su difusión en la España de Carlos V y Felipe II. Marcel Bataillon explicó también cómo la recepción en España de la doctrina erasmista se podía confundir con ideas de otras procedencias, como las del dominico florentino Savonarola en los casos de Gil Vicente, Jorge de Montemayor y, sobre todo, Fray Luis de Granada. El desarrollo de sus pesquisas condujo a la publicación en París de su tesis y obra más reconocida, Erasmo y España (1937), análisis del iluminismo hispano y del erasmismo como fundamento de una mentalidad social operante hasta la época de Felipe II, a pesar de la represión inquisitorial.
En 1945 ingresó como docente en el Colegio de Francia, el cual dirigiría entre 1955 y 1965, mientras que desde 1952 fue miembro del Instituto de Francia, además de director del Institut d’Études Hispaniques de París y de la revista Bulletin Hispanique, donde publicó una gran parte de sus estudios. Bataillon prosiguió la línea de investigación iniciada en la década anterior y publicó diversos trabajos sobre los jesuitas y sobre San Ignacio de Loyola, estudiante en Alcalá de Henares en los años de máximo apogeo erasmista.
En 1950 apareció la edición castellana de Erasmo y España, con un apéndice sobre Erasmo y América que ampliaba un trabajo anterior (Érasme au Mexique, 1932) y dio paso a los Estudios sobre Bartolomé de las Casas (1965), una serie de ensayos americanistas centrados en la obra de Fray Bartolomé de Las Casas, el primer gran defensor de los derechos de los indígenas. Se interesó también por la formación del concepto de Nuevo Mundo en el transcurso de la Edad Moderna, así como por algunos protagonistas del proceso de conquista y colonización: Hernán Cortés, los conquistadores de Perú, los cronistas Rodrigo Lozano y Gutiérrez de Santa Clara y el utopista Vasco de Quiroga. En 1952 apareció la recopilación Estudios sobre Portugal en tiempos del humanismo y, profundizando en otros aspectos de la mentalidad europea del siglo XVI, escribió varios artículos sobre la curiosidad y la imaginación de la época de los descubrimientos recogidos en El doctor Laguna, autor del «Viaje a Turquía» (1958).
Pero el tema privilegiado de sus investigaciones a partir de 1950 fue la literatura española de los siglos XVI y XVII, con especial atención al realismo moralizante del Lazarillo de Tormes y de Fernando de Rojas (La Celestina según Fernando de Rojas, 1961). Dedicó además sendos estudios a la imagen de la España romántica de Prosper Mérimée (1948) y Chateaubriand (1949), y fueron también numerosos sus comentarios a la obra literaria de sus contemporáneos, con algunos de los cuales le unía una relación personal, entre ellos Miguel de Unamuno, Rubén Darío, Pedro Salinas, Jorge Guillén y Dámaso Alonso.
Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «».
En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en
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