Canuto I el Grande

(Dinamarca, hacia 995 - Shaftesbury, actual Reino Unido, 1035) Rey de Inglaterra (1014-1035), Dinamarca (1018-1035) y Noruega (1028-1035). También llamado Canuto II de Dinamarca y Canuto I de Inglaterra, el noble y militar de origen danés Canuto, justamente apodado el Grande, logró forjar en poco tiempo un vasto imperio que comprendía Inglaterra, Dinamarca, Suecia y Noruega, lo que le convirtió en uno de los monarcas más respetados de su tiempo.


Canuto el Grande

Canuto era al parecer el segundo de los hijos varones de Sven I, rey de los daneses, quien, enfrentado al monarca inglés Etelredo II, había emprendido en 1013 la invasión de Inglaterra. Fallecido su padre en 1014, Canuto asumió el mando de la campaña militar y, tras derrotar a Etelredo II, se coronó rey de Inglaterra.

En 1018, al morir su hermano Harald II de Dinamarca, Canuto ocupó también el trono de Dinamarca. Al recaer en él la herencia danesa, Canuto gobernó sobre ambos países, pero centró su atención en Inglaterra (allí residió la mayor parte del tiempo, en Winchester). Se apoyó firmemente en su guardia personal, la Thingmannalidh, cuyos miembros, llamados húskartar, recibieron posesiones en suelo británico.

Canuto I instauró una sensata política de apaciguamiento entre daneses y sajones, para lo que contó con el apoyo del sajón Godwin, a quien nombró conde de Wessex. La conducta de Canuto, de notable crueldad con sus enemigos, cambió radicalmente tras erigirse en monarca de los ingleses: respetó las leyes anglosajonas y a todos sus súbditos, tanto anglosajones como daneses; organizó un ejército común; favoreció los matrimonios mixtos para unir ambos pueblos; apoyó y protegió a la Iglesia anglosajona, que le dio su apoyo una vez convertido a la nueva fe; codificó la legislación eclesiástica inglesa; y mantuvo las costumbres nacionales. Todo esto hizo que fuera altamente apreciado y pasara a la historia como un magnífico gobernante.


El llamado «Imperio del Mar del Norte» de Canuto el Grande

En política exterior, procuró mantener buenas relaciones con el Sacro Imperio Romano Germánico, casando a su hija Gunhild con el futuro emperador Enrique III, hijo del emperador Conrado II, quien a su vez renunció a sus derechos sobre la región situada entre los ríos Eider y Schleie; de este modo, el río Eider trazó en adelante la frontera meridional del reino de Dinamarca. Peregrinó además a Roma, donde asistió, precisamente, a la coronación imperial de Conrado II (1028), al que apoyó también en su lucha contra los eslavos centroeuropeos.

Con la conquista de Noruega, llevada a cabo entre 1020 y 1028 y que tuvo su punto álgido en la victoria sobre el rey Olaf II el Gordo y sus aliados suecos en la desembocadura del río Helgea en Blekinge (1026), Canuto I obtuvo el control de los territorios del mar del Norte, desde el mar Báltico a las costas de Groenlandia.

A su temprana muerte (1035), el imperio de Canuto se repartió entre sus tres hijos. Del primer matrimonio de Canuto con Elwigis de Northampton (no reconocido por la Iglesia Católica por haberse realizado según las leyes danesas) habían nacido Sven y Harald, a quienes correspondieron, respectivamente, los reinos de Noruega e Inglaterra. Su hijo menor, Hardeknut, habido de la unión con Emma de Normandía, viuda de Etelredo II, heredó el reino de Dinamarca. El gran entramado político creado por el padre, aún sin consolidar, se resquebrajó, e Inglaterra quedó sumida en las luchas internas entre los seguidores de Godwin y los de Eduardo el Confesor, hijo de Etelredo II.

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Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].