Manuel José Fal Conde

(Higuera de la Sierra, 1894-Sevilla, 1975) Abogado y político español considerado uno de los principales dirigentes del carlismo de la primera mitad del siglo XX. Líder del movimiento tradicionalista andaluz (1930), tomó parte en la sublevación de Sanjurjo contra la República (1932). Nombrado secretario general de la Comunión Tradicionalista (1934), participó en los preparativos del alzamiento de julio de 1936. Renunció a sus cargos en 1956.


Manuel Fal Conde

Manuel José Fal Conde estudió derecho en las Universidades de Sevilla y de Madrid. Su ideología antidemocrática le llevó a desarrollar una oposición activa contra la Segunda República desde su proclamación en 1931. En 1932 estuvo encarcelado tres meses por su participación en el pronunciamiento del general José Sanjurjo. En 1933 fue elegido jefe de los tradicionalistas andaluces y un año después el pretendiente carlista Alfonso Carlos de Borbón lo nombró su representante personal y secretario general de la Comunión Tradicionalista, con lo que substituyó al conde de Rodezno en la jefatura del carlismo.

Desde ese momento Manuel Fal Conde se encargó de organizar y armar a la milicia carlista, de carácter paramilitar (requetés) y contrarrevolucionario. Colaboró en la preparación del golpe militar del 18 de juliode 1936 con el que se inició la Guerra Civil (1936-1939). Poco tiempo antes de producirse la sublevación, negoció con el general Emilio Mola la participación de los carlistas, en su mayor parte navarros, en el ejército nacionalista.

Las principales condiciones que impuso fueron que, de triunfar el alzamiento, se decretara la disolución de los partidos políticos, incluso de los que lo apoyaran, y de los sindicatos, y se constituyera un directorio militar con carácter temporal y, posteriormente, otro cívico-militar, presidido por Sanjurjo y del que formarían parte dos miembros de la Comunión Tradicionalista. Mola no se comprometió a cumplir estas exigencias, ya que no eran aceptadas unánimemente por el resto de los militares involucrados en la conspiración.

El 13 de julio de 1936, el asesinato del político monárquico José Calvo Sotelo aceleró las negociaciones, y los requetés optaron por apoyar la insurrección, decisión que el 15 de julio firmaron Alfonso Carlos y Manuel Fal Conde. Durante los primeros meses de la guerra su labor no contó con el respaldo de los carlistas navarros, menos intransigentes y más decididos a someterse a las directrices políticas y militares impuestas por el general Francisco Franco. No obstante, trató de mantener su autoridad y, con esa finalidad, creó el 1 de septiembre de 1936 una Junta Nacional de Guerra, presidida por él y destinada a convertirse en el máximo órgano de poder carlista.

Su intento de fundar una Real Academia Militar carlista, cuya misión sería la de ofrecer una formación política y militar a los oficiales tradicionalistas de las milicias requetés, le enfrentó al general Franco. Por este motivo, en diciembre de 1936 tuvo que optar entre exiliarse en Portugal o comparecer ante un consejo de guerra, por lo que decidió marchar desterrado a Lisboa. Ello posibilitó a Franco reforzar el control militar sobre las milicias carlistas.

Desde el exilio se opuso a la aprobación del Decreto de Unificación, que tuvo lugar en abril de 1937 y permitió a Franco fusionar a todas las fuerzas políticas del bando nacional e integrarlas en la Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista (FET y de las JONS), cuya jefatura nacional fue asumida por Franco. En cambio, el decreto fue respaldado mayoritariamente por los carlistas navarros, actitud que confirmaba el aislamiento en el que se hallaba Fal Conde.

A pesar de que Ramón Serrano Suñer, con la intención de superar las diferencias entre los integrantes de la FET y de las JONS, le propuso formar parte del Consejo Nacional, Fal Conde rechazó esta invitación por no aceptar la instauración de un partido único. Volvió a España en 1939, después de finalizar la Guerra Civil, y estuvo confinado en Palma de Mallorca hasta 1942. En 1956 renunció a todos sus cargos políticos.

Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].