Edward Gibbon

(Putney, Gran Bretaña, 1737 - Londres, 1794) Historiador británico recordado especialmente como autor de una brillante Historia de la decadencia y caída del Imperio romano (seis volúmenes, 1776-1788). Esta obra, así como los demás libros que escribió, lo convirtieron en el más importante historiador británico de la época.


Edward Gibbon

Hijo de una familia de holgada posición económica, Edward Gibbon cursó estudios en la Westminster School y en el Magdalen College, tras los cuales fue enviado a Lausana, en parte debido a su inclinación hacia el catolicismo, religión de la que posteriormente renegó. En 1763 emprendió un viaje que lo llevó a París, donde conoció la labor de Diderot y D'Alembert, y a Roma, donde pudo visitar las ruinas de la época romana, que posteriormente estudiaría.

En 1770 regresó a Londres, ciudad en la que publicó varios escritos que le dieron cierta fama. Esa popularidad se incrementó notablemente tras la publicación, en 1776, de los primeros volúmenes de Historia de la decadencia y caída del Imperio romano, su obra magna, en la que estuvo ocupado hasta 1788 y en la cual trazó un pormenorizado estudio del Imperio romano desde el siglo II hasta la caída de Constantinopla en 1453.

Influido por las ideas de Montesquieu y Voltaire sobre la civilización romana, el libro surgió de la fascinación del contacto físico de Gibbon con las ruinas romanas y es una investigación sobre por qué fue posible la desaparición de un imperio tan poderoso. La respuesta la encontró no sólo en la progresiva desmembración territorial sino en el ascendente papel que en su seno desempeñaría el cristianismo, cuya rápida expansión atribuyó a causas que serían objeto de polémica. Para Gibbon, el declive y disolución del Imperio romano fue el suceso más terrible de la historia de la humanidad.

Pero la Historia de la decadencia y caída del Imperio romano no es solamente una monumental obra historiográfica con sus inevitables pasajes controvertidos: es un libro erudito y a la vez ameno gracias a su estilo, que ha sido unánimemente elogiado. La mejor cualidad de su prosa es la visibilidad que obtiene el lector sobre conceptos y acontecimientos en un mismo proceso; en un mismo párrafo el autor pasa de una exposición de conceptos abstractos a una inesperada y sin embargo orgánica descripción plástica de algún personaje, batalla o suceso, sin que su pulso ceda ante las armoniosas y plácidas oraciones, que se encadenan unas con otras. Todo ello lo ha convertido en un verdadero clásico de la literatura.

Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].