Francisco Hurtado Izquierdo

(Lucena, 1669 - Priego, 1725) Arquitecto y escultor español. Exponente temprano del rococó, se formó en la escultura de retablos. En 1693 empezó el camarín de Nuestra Señora de la Victoria en Málaga, que incluía el panteón de los condes de Buenavista. Sus diversas obras en Granada evidencian su gran capacidad creativa.


Sagrario de la cartuja de Granada

Francisco Hurtado Izquierdo inició su formación como escultor de retablos junto al maestro Juan del Río Leiva. En 1687 se hallaba instalado en Córdoba; tras su nombramiento como maestro mayor de la catedral, realizó la sacristía del cardenal Salazar, en cuyo trabajo utilizó zócalos de mármoles que alternaban con superficies blancas adornadas con yeserías. En 1699 se trasladó a Priego de Córdoba y posteriormente fue reclamado por la catedral de Granada, donde también ocupó el cargo de maestro mayor. Allí realizó el proyecto del sagrario, para cuya estructura se inspiró en la Basílica de San Pedro de Miguel Ángel; para el interior hubo de imitar el estilo de la catedral de Granada, obra de Diego de Siloé. El diseño original de Hurtado fue modificado por José de Bada, quien se encargó de la obra.

Una de las creaciones más destacadas de Francisco Hurtado es el sagrario de la cartuja de Granada, en el que trabajó hasta 1720; constituye una de las muestras más importantes del barroco español del siglo XVIII, en el que se funden arquitectura, pintura y escultura. El proyecto fue realizado por Hurtado, los escultores José de Mora, José Risueño y Pedro Duque Cornejo y el pintor Antonio Acisclo Palomino. El altar mayor, que en realidad se trata de un altar baldaquino, consta de un basamento de mármol rojo, sobre el que se levantan columnas salomónicas que soportan un dosel bajo el que se encuentra la escultura de la Virgen María. El sagrario se sitúa detrás del altar, tras un amplio arco de medio punto acristalado que cierra la nave y transparenta el espacio del sagrario. Muy notable es la cúpula pintada al fresco por Antonio Acisclo Palomino, que representa el Triunfo de la Eucaristía.

El éxito de esta obra monumental le supuso el encargo del sagrario de la cartuja del Paular (Rascafría, Madrid), cuyo proyecto trazó en 1718; posteriormente dirigió las obras. Hurtado colocó el sagrario detrás del altar mayor, con lo que creó dos espacios separados por un cancel de inspiración musulmana. Es un recinto octogonal y está precedido de una antecámara cruciforme de capillas hexagonales que queda en la sombra y contrasta con la fuerte iluminación del núcleo sacramental, donde se sitúa el tabernáculo, también con columnas salomónicas. Las superficies se cubren de yeserías con motivos abstractos y naturalistas de gran riqueza ornamental. El abigarramiento de la obra contrasta con la austeridad de la arquitectura del templo.

La obra de Francisco Hurtado constituye uno de los precedentes más importantes del rococó español. El estilo del artista parte con influencias importantes de la obra de Alonso Cano; sobre esa base el autor juega con los espacios en la arquitectura y las luces, los colores y los materiales para dar dinamismo a sus creaciones. Utilizó el mármol y el jade, que contrastó con las superficies blancas y trabajadas de la yesería, y creó conjuntos abigarrados y recargados en los que incluyó elementos ornamentales musulmanes.

Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].