W. W. Jacobs

(William Wymark Jacobs; Londres, 1863 - 1943) Escritor británico. Su primer hogar fue una casa situada en uno de los muelles sobre el río Támesis. Escritor de raíces populares, aprovechó sus experiencias de infancia y adolescencia para escribir cuentos y novelas cortas inspiradas en los marineros, pescadores y trabajadores de los muelles, que formaron parte de su vida cotidiana durante los primeros años de vida.


W. W. Jacobs

El primer libro que publicó, Many Cargoes (Muchos fletes, 1896), tuvo un éxito inmediato, lo que le permitió publicar el año siguiente The Skipper's Wooing (El patrón galanteador) y, en 1898, Sea Urchins (Golfillos del mar). El dramaturgo John Drinkwater situó la obra de Jacobs en la tradición realista de Charles Dickens; sin embargo, es muy poco probable que los marineros de sus historias puedan encontrarse a bordo de algún barco; son personajes literarios cuyas aventuras y desventuras proporcionan, sin embargo, momentos muy emocionantes en tierra.

En sus obras se combina el exotismo con la cotidianeidad gracias, sobre todo, a su fino sentido del humor; sus virtudes le valieron el aprecio de autores como P. G. Wodehouse y Jerome K. Jerome. Un buen ejemplo de la manera en que W. W. Jacobs era capaz de crear situaciones excepcionales con los elementos más corrientes es su relato más conocido, La pata de mono (The Monkey's Paw, 1902), en el que sitúa una historia de terror y superstición en el apacible marco propio de la burguesía media y baja de la era victoriana.

La reseca pata de mono a la que se refiere el título había sido dotada de poderes mágicos por un viejo faquir. Todo aquél que la posee puede expresar y ver satisfechos tres deseos, si bien su realización tiene lugar según modalidades adecuadas a la habitual forma de vida del dueño. Un día, la pata de mono es cedida por un militar retirado (para quien, evidentemente, no ha sido fuente de felicidad) a cierto Mr. White, el cual, deseando arreglar la casa donde vive con su mujer y su hijo, expresa el deseo de tener cuanto antes doscientas libras esterlinas. De acuerdo con las reglas del juego, un día después le pagan dicho dinero como indemnización por la muerte de su hijo, ocurrida en un accidente de trabajo (quedó apresado entre los engranajes de una máquina).

Una semana después, a requerimiento de su mujer, White expresa, no sin muchas dudas, su segundo deseo: volver a ver vivo a su hijo. Apenas pronunciadas las fatídicas palabras, el hombre es presa del terror al concebir la posibilidad de volver a ver a su hijo horrorosamente mutilado; al cabo de algún rato, tanto él como su mujer oyen llamar violentamente a la puerta, y mientras la mujer, presa de una especie de locura histérica, se precipita a abrir la puerta gritando el nombre de su hijo, White, semiparalizado por el miedo, anula su segundo deseo sirviéndose del tercero. Reunidas después sus últimas fuerzas, corre al lado de su esposa, y ambos miran frente a ellos la calle silenciosa y desierta.

La pata de mono fue colocada en seguida entre las narraciones cortas clásicas en lengua inglesa, tanto por el gran dominio que Jacobs posee de la técnica narrativa como por la manera con que supo ampliar el terreno de las tradicionales historias de terror. Como ocurre frecuentemente en su producción, los personajes de esta narración pertenecen a la clase obrera, de la que Jacobs nos proporciona con extremada vivacidad tanto el ambiente como la manera de expresarse.

La habilidad con que consiguió, mediante unas pocas páginas, dar credibilidad a la irrupción del horror y de lo sobrenatural en la realidad cotidiana, constituye una auténtica demostración de su perfecto dominio del arte del "suspense" literario, y lo revela como un maestro de este género narrativo, juicio confirmado por otras de sus narraciones breves. La pata de mono fue llevada con éxito al teatro mediante la adaptación de Louis Napoleon Parker, y se estrenó en 1903 en el London Haymarket. En 1931 se publicó una antología de diecisiete obras de W.W. Jacobs con el título de Snug Harbour (Puerto escondido). En el ámbito hispano, la amplia difusión de La pata de mono se debe en gran medida a su inclusión en la célebre Antología de la literatura fantástica (1940), compilada por Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares y Silvina Ocampo.

Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].