Ewald Christian von Kleist
(Zeblin, Pomerania, 1715-Frankfurt del Oder, 1759) Poeta alemán. Estudió derecho en la Universidad de Königsberg, interesándose al mismo tiempo por cuestiones matemáticas. En 1736 ingresó en el ejército danés, y en 1740 pasó al prusiano. Sus primeras poesías, nacidas gracias al influjo de los poetas anacreónticos Gleim y Ramler, aparecieron anónimas en diversas revistas.
Durante un viaje a Suiza que realizó con el fin de reclutar a jóvenes para las tropas de Prusia tuvo lugar una experiencia intelectual de importancia definitiva para su arte: entró en contacto con el círculo de los escritores de Zurich, en el cual figuraban Bodmer, Breitinger y Albrecht von Haller, quienes le contagiaron el gusto por la animada descripción de los paisajes. Se alejó así completamente de sus modelos primitivos y se convirtió en uno de los más sensibles y emotivos cantores de la naturaleza.
Ewald Christian von Kleist
Con su poema Primavera inició la poesía idílica; la obra le dio una gran celebridad, acrecentada luego por sus dos colecciones de Poesías (1756 y 1758). Participó en la guerra de los Siete Años y murió a causa de las heridas que recibió en la famosa batalla de Kunersdorf. El espíritu de aquella lucha le inspiró la más notable de sus composiciones poéticas, la Oda al ejército prusiano. Lessing lo inmortalizó en la figura del mayor Tellheim de su pieza teatral Minna de Barnhelm.
Compuesto en 1749, Primavera es un poema elegíaco inspirado en un retorno al sentido y al espíritu de la naturaleza. Ewald Christian von Kleist animó con sensaciones vivas los cuadros fríamente impersonales, abrumados con consideraciones morales y filosóficas, de sus predecesores. Concibe el poema como "una pintura del aspecto y de los habitantes de la tierra, tal como aparecieron cierto día de primavera a los ojos del autor". La visión que surge del contacto de su espíritu con el mundo exterior forma el motivo fundamental de la obra: "¡Acogedme, sagradas sombras! ¡Oh vosotras, moradas de dulce entusiasmo, vosotros, altos emparrados cubiertos de hojas y llenos de oscuras auras adormecidas! ¡Vosotros que a menudo rasgasteis para los poetas solitarios el velo del futuro, que a menudo les abristeis las azules puertas del sereno Olimpo y mostrasteis a héroes y dioses, acogedme, llenad mi alma de dulce melancolía y paz!".
Von Kleist exhorta a abandonar las cárceles doradas y sofocantes de la ciudad por los campos multicolores, donde el trabajo hace para el aldeano tres veces bendito el alimento; y, pensando en la guerra que devasta el fruto de las fatigas del hombre, exhorta a los príncipes a que sustituyan la espada por la hoz. La contemplación de la vida campestre y del campo le hacen desear el poder conversar con sus amigos sobre arte y ciencia, y ver, entre matas de rosas, a su celestial Doris, mientras la vida de los animales en el bosque le revela la omnipotencia del amor de Dios incluso en lo más pequeño. La descripción de la benéfica tormenta y las alabanzas que las plantas satisfechas elevan al cielo preanuncian los grandes poetas de la época posterior. Aunque Primavera sea una poesía descriptiva con tendencias clásico-mitológicas, se separó de las composiciones fríamente descriptivas y reflexivas de un Brockes y de un Haller, y anticipó la poética impetuosa y sensitiva de Klopstock.
Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «».
En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en
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