Franz Anton Mesmer

(Iznang, 1734 - Meersburg, 1815) Médico alemán creador de la doctrina del magnetismo animal o mesmerismo, según la cual los organismos vivos poseen un fluido magnético cuyo desequilibrio causa alteraciones de la salud. Franz Anton Mesmer había cursado estudios de teología y de ciencias naturales en Ingolstadt antes de completar, finalmente, la carrera de medicina en la Universidad de Viena, y mostró pronto su inclinación por el esoterismo al redactar un tratado de astrología médica titulado Sobre la influencia de los planetas en el cuerpo humano (1766), en el que aventuraba la hipótesis de que las fuerzas de atracción de los astros tenían una incidencia sobre el sistema nervioso.


Franz Anton Mesmer

Trabajando con el padre jesuita Maximilian Hell, descubrió hacia 1771 lo que llamó «magnetismo animal»; pocos años después expuso su teoría en su obra Mensaje sobre la cura magnética (1775), que consta de dos misivas o cartas. Según Mesmer, existe un fluido imperceptible que penetra todas las cosas («magnetismo mineral») y regula la vida del mundo por una ley de atracción-repulsión y de equilibrio constante. Este fluido penetra igualmente en el cuerpo del hombre, ejerciendo una acción directa sobre el organismo, manteniéndole de este modo -bajo influencias astrales particulares- en una perfecta armonía («magnetismo animal»). Siempre que causas extrañas al sujeto turban el equilibrio de las atracciones, o un influjo diferente se mezcla al del organismo, existe una enfermedad, que se puede curar y hacer desaparecer combatiendo el influjo nocivo en su propio terreno, es decir, provocando en el paciente un movimiento de los fluidos a fin de restablecer la armonía preexistente.

Mesmer puso en marcha en Viena una clínica en que aplicaba sus tratamientos, utilizando unos métodos (denominados magnéticos) basados en fenómenos de sugestión que inducían a un estado de trance; los estudiosos actuales identifican tal estado con el trance hipnótico. Otros medios que empleó para restablecer la libre circulación de los fluidos magnéticos fueron los imanes y la imposición de manos.

Acusado de impostor y rechazado por los representantes de la medicina vienesa, se instaló en 1778 en París, ciudad donde consiguió sus mayores éxitos. Sin embargo, también en la capital francesa acabaría despertando sospechas, y las conclusiones negativas a que llegaron dos comisiones de investigación integradas por científicos de renombre forzaron a Mesmer a trasladarse a Suiza, donde siguió ejerciendo. Además de la citada, escribió otras muchas obras, entre las que destacan Memoria sobre el descubrimiento del magnetismo animal (1779) y Memorias de F. A. Mesmer, doctor en medicina, sobre sus descubrimientos (1799). En su último libro, Mesmerismo (1814), expuso las bases de su filosofía.

Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].