Juan Eusebio Nieremberg

(Juan Eusebio Nieremberg y Ottin; Madrid, 1595-1658) Escritor español autor de una obra diversa, en la que destacan sus escritos de carácter ascético, como Vida divina y camino real (1633), De la diferencia entre lo temporal y lo eterno (1640) y Epístolas (1649). Es asimismo autor de una versión castellana de la Imitación de Cristo, de Tomás de Kempis.


Juan Eusebio Nieremberg

Juan Eusebio Nieremberg procedía de una familia alemana que vino a España al servicio de María de Austria, al enviudar ésta del emperador germánico Maximiliano II de Habsburgo. En 1614, contraviniendo la voluntad de su padre, ingresó en la Compañía de Jesús, y se ordenó sacerdote en 1623. Estudió Derecho y Teología en las universidades de Salamanca y Alcalá, y desde 1625 fue profesor de Historia Natural y de Sagrada Escritura en el Colegio Imperial de Madrid, donde permanecería hasta su fallecimiento, a pesar de haber solicitado ser enviado como misionero a las Indias. De formación humanística y teológica, escribió sobre política, ciencias, filosofía, historia y religión. Ayudó a los padres Juan Luis de Cerda y Luis de Torres a escribir sus obras y realizó una reconocida traducción de la Imitación de Cristo de Tomás de Kempis.

El pensamiento ascético de Nieremberg surge de la confluencia de distintas corrientes: la metodología ascética de los Ejercicios espirituales (1522) del fundador de la Compañía de Jesús, San Ignacio de Loyola; el estoicismo, particularmente el encarnado por Séneca; y la filosofía de Platón y sus derivaciones neoplatónicas. En este sentido, sentía admiración por los filósofos griegos, a los que atribuía una experiencia profundamente religiosa (aunque pagana) de la que, en su opinión, deberían sacar provecho todos los cristianos. Su obra más divulgada en este terreno fue De la diferencia entre lo temporal y lo eterno (1640).

El estilo de su prosa ascética, con sus largas frases y frecuentes digresiones, puede resultar lento y hasta farragoso; en cambio sus obras sobre astronomía y astrología y sus estudios sobre el mundo mineral, vegetal y animal, de estilo más conciso y dinámico, evidencian el gusto de la época por lo extraordinario y lo maravilloso, lo cual no significa que carezcan de interés científico, como se advierte en Curiosa filosofía (1630) o en Oculta filosofía (1633).

Escribió también textos patrióticos en los que unía las antiguas glorias de Alemania y la Casa Real de Austria con las de España: Corona virtuosa y virtud coronada (1643), De la devoción y patrocinio de San Miguel (1643) o Causas y remedios de los males públicos (1642). Son relevantes sus Epístolas (1649), en las que, en pequeños tratados dirigidos a personas imaginarias, escribe sobre temas como el divorcio, los duelos y otras muchas cuestiones relacionadas con la realidad contemporánea. Otros títulos de su extensa producción son Dictámenes (1629), Obras y días (1629), Vida del glorioso San Ignacio de Loyola (1631), Vida divina y camino real (1633), Aprecio y estima de la divina gracia (1638), De la hermosura de Dios y su amabilidad (1641) y Vida del santo padre y gran siervo de Dios el B. Francisco Borja (1644).

Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].