Friedrich Karl von Savigny

(Frankfurt del Main, 1779 - Berlín, 1861) Jurista alemán. Fundador de la escuela histórica alemana, fue profesor en las universidades de Marburgo y de Landshut y el primer catedrático de derecho romano en la Universidad de Berlín. A partir de 1848 se dedicó exclusivamente a realizar trabajos científicos. Entre sus obras destacan Historia del derecho romano en la Edad Media (1815-1831) y Tratado de derecho romano (1840-1849).


Friedrich Karl von Savigny

Friedrich Karl von Savigny es el representante más ilustre de la escuela histórica alemana del derecho, y uno de los juristas más célebres de la pasada centuria. Perteneciente a una familia noble originaria de Lorena y establecida en Alemania por motivos religiosos durante el siglo XVII, estudió jurisprudencia en la Universidad de Marburgo, y en la de Gotinga a lo largo de un semestre. Terminados los estudios en 1799, se inclinó a la actividad científica bajo la guía de P. Fr. Weiss, y el 31 de octubre de 1800 fue habilitado como profesor libre en la Universidad de Marburgo mediante un texto de derecho penal, De concursu delictorum formali, en el que, por otra parte, revelaba ya un interés preferente por el estudio de los derechos romano y civil.

El tránsito a estas disciplinas, entonces íntimamente vinculadas, apareció, pues, natural, y se vio consagrado poco después por una obra que alcanzó inmediatamente un gran éxito, El derecho de propiedad, ensayo civilista, texto publicado en 1803 en Giessen. El mismo año Savigny fue nombrado profesor extraordinario de Derecho de la Universidad de Marburgo, y contrajo matrimonio, en Marholz, con Cunegunda Brentano, hermana de los literatos Clemens Brentano y Bettina Brentano; gracias al contacto con éstos se relacionó estrechamente con el movimiento romántico.

Mientras tanto, había iniciado una serie de investigaciones destinadas a una obra de envergadura sobre la historia jurídica medieval, y, con vista a la obtención del material necesario, viajó primero por los territorios occidentales de Alemania y por Francia, donde permaneció más de un año en París (1804-05), y luego se dirigió hacia el sudeste y visitó en particular Nuremberg, Erlangen, Munich y Viena. Fruto de todo ello fueron los seis tomos de la monumental Historia del derecho romano en la Edad Media, aparecidos en Heidelberg entre 1815 y 1831.

Al regreso de sus viajes de estudio escribió en 1806 una amplia crítica de la tercera edición de la Historia del derecho romano de Gustavo Hugo, en la que enunció por vez primera algunas de las ideas que posteriormente inspirarían su doctrina histórica. En 1808 aceptó ingresar en la Universidad bávara de Landshut como profesor numerario de derecho romano. Sin embargo, apenas transcurridos un par de años, acogió con entusiasmo la invitación en que Wilhelm von Humboldt le ofrecía participar en la fundación de la Universidad de Berlín, concebida como núcleo espiritual del resurgimiento prusiano contra la tiranía de Napoleón. Allí encontró Savigny un fecundo ambiente, en el que pudo madurar y manifestar los frutos de su talento.

El trienio 1814-16 fue la época decisiva para la formulación de la doctrina de la escuela histórica y la consagración del autor como jefe indiscutible de la misma. En 1814 aparecieron el ensayo La vocación de nuestra época para la legislación y la jurisprudencia y el primer volumen de la Zeitschrift für geschichtliche Rechtswissenschaft, fundada y dirigida por Savigny junto con Eichhron y Göschen; este volumen empezaba con su texto programático Sobre la finalidad de esta revista. En 1815 y 1816 fueron publicados los dos primeros tomos de la ya mencionada Geschichte des römischen Rechts im Mittelalter. En 1816 el tercer volumen de la citada revista contenía otro artículo de Savigny, ratificación de los precedentes enunciados jurídico-políticos, Voces en favor y contra nuevos códigos, así como el primer anuncio del descubrimiento en Verona del texto original de las Instituciones de Gayo.

Al par que proseguía la composición de la Geschichte y realizaba diversos estudios de derecho romano y de historia de las fuentes, aparecidos primeramente como comunicaciones a la Academia de Ciencias (a la que pertenecía como socio ordinario desde 1811) o en calidad de artículos de la revista, y reunidos luego en los Textos varios, Savigny se dedicaba también a la vida pública. Rector de la Universidad berlinesa desde el 16 de abril de 1812 hasta el 18 de octubre de 1813, llegó en 1817 a miembro del "Staatsrat" prusiano, y en 1819 a consejero del tribunal de revisión y casación de las provincias renanas.

En 1842, el nuevo rey de Prusia, Federico Guillermo IV, quien había frecuentado sus lecciones cuando era príncipe heredero y, apenas llegado al trono en 1840, había pedido a Savigny una memoria sobre las normas que debían presidir la revisión de las leyes, le nombró jefe del ministerio de Legislación, separado expresamente del de Justicia. A causa de ello, abandonó a los sesenta y tres años las funciones docentes que desempeñaba en la Universidad de Berlín, a la que no volvió ya, ni siquiera tras su dimisión ministerial.

La experiencia de Savigny como ministro no resultó particularmente fructuosa, bien por la obstrucción de los funcionarios, sea por las dificultades de los tiempos, que requerían reformas de carácter político más bien que sutiles revisiones técnico-jurídicas, o quizá debido a la misma orientación metodológica de Savigny, esencialmente opuesto a una legislación orgánica. Desilusionado por los escasos resultados conseguidos, dejó el ministerio y volvió a dedicarse completamente al estudio.

Antes de este paréntesis político había iniciado otra obra de grandes empeños, el Sistema del derecho romano actual, de la que ya habían aparecido los tres primeros tomos en 1840, y otros dos en 1841. Tras una interrupción motivada por sus nuevos compromisos aparecieron, en 1847, 1848 y 1849, los últimos tres volúmenes, que completaron la parte general, conjunto orgánico y autónomo. Contaba entonces el autor más de setenta años; a instancias de su discípulo y amigo el barón Salvotti, unió al texto en cuestión un tratado acerca de las obligaciones, El derecho de las obligaciones como parte del derecho romano actual, del cual aparecieron solamente dos tomos (1851, 1853).

Realizada pocos años antes (en 1850) la edición de los textos menores de Savigny, ordenados sistemáticamente en los cinco volúmenes de los Vermischte Schriften, el autor había concluido ya su actividad creadora. A las honras fúnebres (1861), a las cuales asistieron el rey, la reina y varios ministros, siguió la institución de la "Savignystiftung" (Fundación Savigny), que promovió estudios y ediciones de fuentes en el ámbito de la historia jurídica y en 1880 aseguró la publicación de la Zeitschrift für Rechtsgeschichte, en adelante denominada Zeitschrift der Savignystiftung für Rechtsgeschichte, y aún hoy el periódico más importante de contenido histórico-jurídico.

Friedrich Karl von Savigny fue, sin duda, la personalidad principal de este campo durante la primera mitad del siglo XIX. Aparte la discusión, aún viva, que pretende averiguar si el establecimiento de la escuela histórica se debe en realidad a él o bien a Gustavo Hugo, es indudable que sólo Savigny consiguió dar una precisa y lógica formulación al programa teórico de la escuela, llevar sus corolarios al plano de la política legislativa y reunir en torno a ella a un grupo de seguidores y discípulos que prolongaron su influencia a lo largo de todo el siglo XIX.

En la crítica a la Historia de Hugo, Savigny había afirmado, entre otros criterios, que "toda la ciencia del derecho no es sino historia del derecho", opinión vinculada a la que formulara tres años antes Friedrich von Schlegel: "El mundo no es un sistema, sino una historia." Los filósofos del movimiento romántico, y sobre todo Schelling, contribuyeron, en realidad, ampliamente a la formación espiritual de Savigny, por cuanto proporcionaron el fundamento especulativo a su doctrina y, hasta cierto punto, lo anticiparon; respecto de ello cabe destacar el criterio de Schelling según el cual el Estado es un organismo que no puede ser construido y elaborado, antes bien, se desarrolla bajo el impulso de la historia, la cual cumple en relación con él la misma función que el artista en cuanto a la obra de arte.

Savigny amplió esta concepción a todo el campo del derecho, del privado singularmente, y la enriqueció y apoyó con su experiencia y su cultura específica. Los textos que expresan perfectamente la ideología de nuestro autor son el ensayo La función de nuestro tiempo en la legislación y en el derecho, decisiva posición a la propuesta de codificación adelantada por Thibaut en el opúsculo Sobre la necesidad de un derecho civil general para Alemania, y el artículo de introducción del primer tomo de la nueva revista, Über den Zweck dieser Zeitzschrift, ambos de 1814.

En el primero afirma que el derecho no deriva artificialmente de las decisiones de los legisladores, antes bien, se forma de una manera espontánea en cada pueblo, de acuerdo con el carácter peculiar de éste y las condiciones históricas del mismo. El fundamento del derecho se encuentra en la conciencia común de la colectividad, en lo que Georg Friedrich Puchta, y también Savigny, denominan "Volksgeist" ("espíritu popular"); por lo tanto, su fuente esencial es la costumbre, a la cual se añade luego la obra de los juristas, quienes, intérpretes o representantes del espíritu popular, dan al derecho una orientación científica. Resulta, pues, peligrosa y opuesta a la historia la proposición de un código que reconstruya de manera artificial el derecho civil y se enfrente a la labor de las fuerzas históricas y a la elaboración de los juristas. Esta ardiente oposición de Savigny logró, en efecto, impedir durante más de sesenta años la aparición de cualquier proyecto de codificación; a la larga, empero, no evitó que Alemania se diera un excelente código civil.

El segundo de los dos textos mencionados tuvo consecuencias inmediatas menores, pero dejó, en cambio, una huella más profunda en las investigaciones acerca de la historia jurídica. Habla sobre las dos formas de estudio del derecho. Una de ellas parte de la suposición según la cual fue creado aquél libre y arbitrariamente en cualquier época por los organismos públicos, y, debido a ello, atribuye al conocimiento del pasado una simple misión auxiliar; la otra, en cambio, niega que cada período pueda establecer por sí solo el propio derecho, por cuanto se halla vinculado indisolublemente a su pasado, y, así, considera el estudio de la historia como único medio apto para llegar a conocer efectivamente incluso el derecho actual. En realidad, Savigny había acudido a los estudios históricos ya antes de la formulación de su doctrina, y entre ellos había elegido los referentes al derecho romano, convertido, a partir del siglo XVI, en elemento fundamental del derecho vigente en Alemania. Otros, en cambio, se verían inducidos, por los postulados de la escuela histórica, a la profundización del conocimiento del antiguo derecho germánico.

Las obras romanistas del autor, que integran la base más segura de su fama, pueden agruparse de acuerdo con tres categorías: las referentes a las vicisitudes experimentadas por el derecho romano tras la caída del imperio de Occidente (Geschichte des römischen Rechts im Mittelalter), los textos acerca de varios problemas históricos vinculados singularmente a la época primitiva y a las fuentes (comunicaciones, ensayos y artículos reunidos luego en los tres primeros tomos de los Vermischte Schriften), y, finalmente, cuantos integran la sistematización dogmática del derecho romano actualmente en vigor (Das recht des Besitzes y el System des heutigen römischen Rechts, seguido de los dos tomos sobre las obligaciones).

A cada uno de estos ámbitos Savigny aportó elevadas contribuciones; sin embargo, las obras más célebres del autor son la Geschichte y el System. De los siete volúmenes que integran la segunda edición de la primera de ambas, los dos iniciales exponen la historia de las fuentes y de los textos desde el siglo V hasta la aparición de la escuela de Bolonia, y contienen "excursus" acerca del derecho público y la organización judicial; el tercero trata del renacimiento de la Jurisprudencia en el Estudio boloñés; los tres siguientes analizan la literatura romanista del período comprendido entre Irnerio y la escuela culta (siglo XVI); en el séptimo se hallan los textos de varias fuentes jurídicas, entre ellos el de las Exceptiones Petri.

El System, por su lado, desarrolla toda la parte general del derecho privado entonces vigente. Esta obra ha fijado los conceptos iniciales y establecido la primera ordenación sistemática base de la ciencia jurídica alemana de la segunda mitad del siglo pasado; su influencia puede percibirse todavía en la doctrina contemporánea.

Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].