Unifredo II
(Unifredo II, Conde de RIbagorza; hacia 938 - 980) Hijo primogénito de Ramón III de Ribagorza y de doña Garsenda de Fesenzac, heredó el condado conjuntamente con sus hermanos Isarn, Arnau y Toda, a la muerte de su padre, ocurrida hacia 960. Aunque doña Garsenda y sus hijos colaboraron en el gobierno, Unifredo tuvo una posición de superioridad respecto a ellos.
Tras la muerte de Ramón III se produjo una rebelión en el condado encabezada por Ramió, vicario de Sant Esteve de Mall y un tal Etó, que terminó con su juico como traidores y la confiscación de sus territorios. Bajo su gobierno fue reconstruida y consagrada la iglesia de Sant Esteve de Mall, aunque Unifredo y sus hermanos dieron un trato preferencial al monasterio de Alaó, al que favorecieron con donaciones en 973, 977 y 979. Los condes nombraron abad de Alaó a un tal Oriolf, fiel a la familia.
Unifredo II casó con doña Sancha, con quien no tuvo hijos. En su testamento dispuso ser enterrado en Alaó junto con su esposa. Después de su muerte continuaron gobernando el condado sus hermanos.