Galileo Galilei

 
Portada del Diálogo. Su obra Diálogo sobre los dos máximos sistemas del mundo, tolemaico y copernicano (Florencia, 1632) le valió tener que comparecer ante un tribunal del Santo Oficio. A pesar de haber obtenido dos autorizaciones oficiales para publicarlo, Galileo fue llamado a Roma por la Inquisición a fin de procesarle bajo la acusación de “sospecha grave de herejía”. Este cargo se basaba en un informe según el cual se le había prohibido en 1616 hablar o escribir sobre el sistema de Copérnico. El cardenal Belarmino, protector suyo, había muerto, pero Galileo facilitó un certificado con la firma del cardenal, según el cual no sufriría en el futuro ninguna restricción. Este escrito no pudo ser rebatido por ningún documento, pero Galileo fue obligado a abjurar en 1633 y se le condenó a prisión perpetua, condena que le fue conmutada por arresto domiciliario. Los ejemplares del Diálogo fueron quemados y la sentencia fue leída públicamente en todas las universidades.