William Shakespeare

Parte de los aciertos de William Shakespeare como dramaturgo se deben a su indudable condición de "hombre de teatro": vivió en contacto continuo y apasionado con todo lo que rodeaba las representaciones. La leyenda lo pinta en todo tipo de empleos de mala muerte, entre los que se cuentan el de guardián de caballos a la puerta de los teatros y el de traspunte o criado del apuntador, pasando penurias hasta ser primero actor, luego autor de éxito y finalmente próspero empresario teatral; tal conocimiento del espectáculo, al que debe unirse a su talento poético, fue una de las claves de su éxito. El siguiente vídeo nos acerca a las representaciones teatrales de su época exponiéndonos la historia de The Globe, que fue uno de los teatros de la compañía de Shakespeare.