Fernando Alonso

La pericia y el valor de un piloto de Fórmula 1 brillan especialmente en situaciones difíciles; en este sentido, una de las mejores muestras de la destreza de Fernando Alonso fue el Gran Premio de Hungría de 2006, en el que el asturiano partía de la decimoquinta posición a causa de una penalización. Sobre una pista empapada y bajo las nubes de agua que levantan los monoplazas, Alonso remontó doce posiciones en sólo cinco vueltas. En la vuelta 18 era ya primero, y habría logrado la victoria si sus mecánicos no hubiesen cometido un error en boxes. En el vídeo podemos ver el principio de esta carrera desde la escalofriante perspectiva del piloto.