Étienne Lenoir

(Mussy-la-Ville, 1822 - La Varenne-Saint-Hilaire, 1910) Ingeniero francés de origen belga. Ingeniero de formación autodidacta y responsable de un considerable número de inventos, entre ellos un freno eléctrico (1855), un motor eléctrico (1856), un contador de agua (1857), una amasadora mecánica (1857), un regulador para dínamos (1859) y un telégrafo autográfico (1865), Lenoir se hizo famoso por construir, en 1860, uno de los primeros modelos de motor térmico que funcionaba con gas, el cual posteriormente perfeccionó siguiendo el esquema de funcionamiento basado en el ciclo de cuatro tiempos de Alphonse Beau de Rochas. El invento fue aplicado por Lenoir, tres años más tarde y en una versión mejorada, a un vehículo de tres ruedas con el que llegó a recorrer diez kilómetros, proeza que marcó el nacimiento del motor de explosión y presagiaba el subsiguiente florecimiento y eclosión, ya en la segunda etapa de la Revolución Industrial, de la industria automovilística, de la mano de pioneros como Gottlieb Daimler, Karl Benz, Henry Ford, Giovanni Agnelli, André Citroën o Louis Renault.


Étienne Lenoir

Hijo de un soldado belga, Lenoir emigró a París en el año 1838 en busca de fortuna; se encontraba en la más absoluta indigencia, con apenas una educación elemental, sin oficio alguno y sin recursos con los que sostenerse en la capital parisina. Tras pasar una larga temporada desempeñando todo tipo de oficios, como camarero, cocinero y esmaltador, entre otras ocupaciones, Lenoir adquirió por sí mismo una importante instrucción y se volcó en especial en el estudio de la química, en cuyo campo logró sacar, en el año 1847, su primer invento: el esmalte blanco de estaño sin óxido.

Siguiendo la misma línea de investigación y experimentos, en 1851 sacó a la luz un revolucionario procedimiento de galvanoplastia que rápidamente fue adquirido para su uso por la reputada firma Christofle. Gracias a la seguridad económica que le reportaron sus inventos, a partir de ese momento Lenoir pudo dedicarse por entero a lo que más le gustaba: inventar nuevos artefactos electromecánicos aplicables al proceso industrial en pleno auge por aquella época.

En el año 1860, Lenoir dio a conocer en París el que, sin duda alguna, sería su más famoso invento, un motor de gas de doble acción de combustión. El principio sobre el que se basó la máquina de Lenoir era el de la máquina de vapor de doble acción. Lenoir ideó un motor que trabajaba sin comprensión, con una combustión producida alternativamente por encima y por debajo del émbolo. A su vez, el motor disponía de dos entradas distintas de gas y de dos escapes. La entrada y salida del gas era controlada mediante válvulas. La ignición del gas se realizaba mediante un aparato eléctrico de inducción a través de un distribuidor de encendido y de bujías.

El principal problema del motor de Lenoir estribaba en las válvulas, las cuales se calentaban en exceso, por lo que debían estar siempre muy bien engrasadas; de ahí que en un primer momento algunos ironizaran sobre el motor llamándole "bola de aceite rodante". Aunque, en esencia, ninguno de los elementos aplicados por Lenoir en el motor era nuevo, lo cierto es que el principio consistente en generar la mezcla explosiva en el interior del cilindro sí era totalmente novedoso y revolucionario, proporcionando a su inventor un gran éxito tanto técnico como económico.

Para dar cuenta de esto último, baste decir que, en el año 1865, se habían vendido 400 máquinas en Francia y algo más de 1.000 unidades en el Reino Unido, donde se usó principalmente en el sector textil, en la imprenta y en la fabricación de bombas de propulsión. Las dos claves del rotundo éxito del motor fueron, por un lado, su sencillez y facilidad para ser fabricado, lo que hacía posible su fabricación en serie; y, por otro, que el invento funcionaba de manera regular.

Alentado por su buena estrella, y después de tres años de febriles experimentos y modificaciones, en el año 1863 Lenoir mejoró los anteriores resultados al acoplar a un vehículo de tres ruedas su motor de explosión, sensiblemente modificado. Como combustible para propulsar el vehículo, Lenoir utilizó el gas de alumbrado. El motor de émbolo estaba montado en un cajón situado debajo del eje posterior del vehículo, que accionaba por medio de una biela y una excéntrica, una rueda de cadena situada en el centro de la parte inferior del vehículo, la cual a su vez se encontraba unida mediante una cadena de eslabones con una segunda rueda de cadena, montada sobre el eje posterior. El nuevo inconveniente del motor residía esta vez en el alto consumo de gas, defecto que paulatinamente fue subsanado a medida que se iban incorporando nuevas innovaciones en el diseño del motor.


El hippomóbil de Étienne Lenoir

Nacionalizado francés en 1870 como premio a los servicios prestados al país durante el duro asedio que sufrió a manos de las tropas prusianas mandadas por el mariscal Bismarck, ocho años más tarde recibió el premio Montyon otorgado por la Academia de Ciencias de París y el premio Argenteil, de 12.000 francos, concedido por la Sociedad para el Fomento de las Ciencias y las Artes. Pero, a pesar de poseer la Legión de Honor y un sinfín de condecoraciones y distinciones ganadas en diferentes certámenes, y haber consagrado toda su vida al trabajo, Lenoir murió prácticamente arruinado. En 1880 publicó la obra Recherches sur le tannage des cuirs par l'ozone.

Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].