Mariano Barbacid

(Madrid, 1949) Bioquímico español. Doctor en ciencias químicas, en 1974 se instaló en Estados Unidos y trabajó en el Instituto de Bethesda, donde realizó diversas investigaciones que le llevaron a descubrir la base molecular del cáncer y a aislar un gen oncogénico en un tumor humano (1981). Sus trabajos le valieron el premio Juan Carlos I de investigación. En 1988 pasó a dirigir el departamento de oncología del Instituto Squibb de Princeton. A fines de los años noventa regresó a España y desde 1998 es director del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas Carlos III de Madrid.


Mariano Barbacid

Hijo de un zapatero del madrileño barrio de Chamberí, Mariano Barbacid se doctoró en bioquímica por la Universidad Complutense de Madrid en 1974. Realizó su tesis doctoral en el Instituto de Biología Celular del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), bajo la dirección del doctor David Vázquez. Especializado en esta moderna rama de la biología, fue becado para estudiar e investigar en los Estados Unidos e ingresó en 1974 en el Instituto Nacional del Cáncer de Bethesda (Maryland), donde empezó a trabajar en el campo de la biología celular con el investigador norteamericano Stuart Aaronson, especializado en virus tumorales.

En 1978 formó su propio equipo en el Laboratorio de Biología Celular y Molecular de dicho instituto. El grupo de trabajo estaba compuesto por dos biólogos españoles (los doctores Eugenio Santos y Vicente Notario), la italiana Simonetta Pulciani y los biólogos norteamericanos Linda Long y Anne Lauver. En 1981, Barbacid y su equipo consiguieron aislar por primera vez un gen humano mutado, el H-RAS, implicado en el tumor de vejiga, un descubrimiento que supuso un gran paso en la lucha contra el cáncer. El proceso de investigación y reconocimiento fue largo y en él tuvieron que combinar las técnicas de ingeniería genética con las de transfección (inoculación del gen cancerígeno en las células), aprendidas por Barbacid junto al doctor catalán Angel Pellicer, profesor en la Universidad de Columbia.

En 1986, Barbacid y su equipo identificaron y reprodujeron el gen TRK, que cumple una labor fundamental en el mantenimiento de las funciones neurológicas y significó un nuevo avance en la lucha contra el cáncer. En 1988 se incorporó al Instituto de Investigaciones Farmacéuticas Bristol Myers Squibb, en Princeton (New Jersey), donde ocupó el puesto de director del Departamento de Biología Molecular. Sus investigaciones condujeron al descubrimiento de la familia de proto-oncogenes TRK y a su posterior identificación como los receptores funcionales de las neurotrofinas, unas sustancias indispensables para la supervivencia de las neuronas. En 1995 fue nombrado vicepresidente del área de oncología, cargo desde el que impulsó un programa de descubrimiento de fármacos dirigidos a dianas específicas.

Afincado en Estados Unidos desde los setenta, en marzo de 1998 Barbacid retornó a España para poner en marcha y dirigir el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), dependiente del Ministerio de Sanidad. A través de esta institución auspició en noviembre de 2000 la activación de la Red Española de Bancos de Tumores, primera de este tipo en Europa. Asimismo, desde el CNIO desarrolló el primer oncochip creado en España, con una tecnología puntera para la investigación de los mecanismos moleculares del cáncer. El objetivo del oncochip es contribuir a desvelar todas las alteraciones moleculares que convierten una célula sana en tumoral, mediante el análisis del los cambios que se observan en la expresión de miles de genes.

Durante 2001 tuvo serios enfrentamientos con la ministra Celia Villalobos ante la decisión del Ministerio de Sanidad de recortarle los fondos, lo que hizo que se planteara renunciar al cargo y regresar a Estados Unidos, aunque finalmente se llegó a un acuerdo y permaneció al frente de CNIO. Barbacid combinó su responsabilidad como director del CNIO con la investigación como Jefe del Grupo de Oncología Experimental, que centra su trabajo en el estudio del papel de los reguladores del ciclo celular in vivo y en el diseño de nuevos modelos animales de cáncer generados con tecnologías de modificación génica.

En agosto de 2007 su equipo culminó casi diez años de trabajo sobre el papel de las quinasas Cdk en el ciclo celular, con la publicación de un estudio que cuestionaba las teorías aceptadas sobre el proceso de división celular. Esta investigación demostró que la quinasa Cdk1 es la única Cdk absolutamente esencial para la división celular. Autor de más de 170 publicaciones en prestigiosas revistas, Mariano Barbacid es miembro de numerosos comités asesores y de los consejos editoriales de más de quince revistas científicas. En 2007 fue nombrado editor adjunto de la revista Cancer Research, que edita la Asociación Americana para la Investigación del Cáncer (AACR). A lo largo de su carrera ha sido distinguido con numerosos premios por la comunidad científica internacional.

Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].