Chadli Bendjedid
(Chadli o Chadly Benjedid, Bendjedid o Benyedid; Bouteldja, 1929 - Argel, 2012) Político argelino que fue presidente de la República entre 1979 y 1992. Activo miembro del Frente de Liberación Nacional (FLN), Chadli Bendjedid combatió en la guerra de independencia desde sus inicios. Alcanzada la independencia en 1962, apoyó a Huari Bumedian en el golpe de Estado que en 1965 derrocó al primer presidente de la Argelia independiente, Ahmed Ben Bella. Durante la dictadura de Huari Bumedian (1965-1978) perteneció al Consejo de la Revolución y fue ascendido a coronel. En 1979, en un momento de progresivo deterioro socioeconómico del país, sucedió a Huari Bumedian e inició su mandato como presidente de la República (1979-1992) y como secretario general del Frente de Liberación Nacional (convertido en partido gobernante desde la independencia del país). Su política encontró una seria oposición y se vio obligado a dimitir de ambos cargos a raíz del fracaso del Frente de Liberación Nacional en la primera vuelta de las elecciones legislativas celebradas el 26 de diciembre de 1991.
Chadli Bendjedid en una conferencia de la OPEP (Argel, 1980)
Chadli Bendjedid se unió en 1955 a la guerrilla del Frente de Liberación Nacional, en lucha contra el Ejército colonial francés, y en 1961 accedió al Estado Mayor del coronel Huari Bumedian. Con la consecución de la independencia en 1962, Bendjedid asumió la comandancia de la Región Militar de Constantina, y al año siguiente la del Segundo Regimiento Militar, con base en Orán. Figuró en el Consejo Revolucionario de Bumedian que desplazó del poder al presidente Ahmed Ben Bella en 1965, y en 1978 asumió, con el rango de coronel (el máximo en la jerarquía militar argelina), la jefatura del Estado Mayor del Ejército.
Tras la muerte de Huari Bumedian (27 de diciembre de 1978), fue designado el 31 de enero de 1979 para sucederlo en la presidencia de la República y en la secretaría general del Frente de Liberación Nacional (único partido legal). El 7 de febrero fue elegido formalmente por sufragio universal. Como jefe del Estado, asumió también la comandancia suprema del Ejército.
Chadli Bendjedid puso en marcha la normalización de relaciones con sus vecinos árabes, muy deterioradas en los últimos años de Bumedian; así, los vínculos diplomáticos fueron sucesivamente restablecidos con Mauritania (19 de agosto de 1979), Túnez (marzo de 1983) y Marruecos (16 de mayo de 1988); la ruptura con Mauritania y Marruecos se había producido con motivo de su reconocimiento de la República Saharaui. Entre los días 6 y 8 de febrero de 1989 visitó por primera vez al rey Hasán II de Marruecos en Fez, en devolución de la visita que hizo el monarca alauita el 7 de junio de 1988.
Asimismo, el 28 de enero de 1986 se reanudó el diálogo con Libia, con cuyo dirigente, Muammar el-Gaddafi, sostuvo varios encuentros en los años sucesivos. Esta dinámica reconciliatoria resultó determinante para la puesta en marcha de la Unión Magrebí Árabe en la cumbre de Marrakech, el 16 de febrero de 1989. Las relaciones con los bloques occidental y oriental alcanzaron un punto de equilibrio, y el 16 de abril de 1985 Chadli Bendjedid se convirtió en el primer presidente argelino que visitaba Estados Unidos.
De puertas adentro, Bendjedid se estrenó con algunas medidas liberalizadoras, que beneficiaron a antiguos líderes de la Revolución y mortales enemigos de Bumedian, como Ahmed Ben Bella, Ferhat Abbas y Yusuf Ben Jedda. También en 1981 reformó el buró político del Frente de Liberación Nacional, del que salieron destacados bumedianistas. Las revueltas de 1980 y 1981 en la región bereber de la Kabilia, a causa del programa de "arabización" gubernamental, fueron reprimidas sin contemplaciones, al igual que las primeras agitaciones integristas.
Todo ello redundó en la consolidación en el poder de Chadli Bendjedid, que el 12 de enero de 1984 fue reelegido en la jefatura del Estado con el 95,4% de los votos. Hasta 1989 su reformismo fue moderado: en los días 13-16 de enero de 1989 se aprobó en referéndum (con un 98,3% a favor) una nueva Constitución que facilitaba la entrada del sector privado en la economía, oficializaba algunas demandas islamistas y aliviaba algunas rigideces en la exclusiva dirección del Estado por el Frente de Liberación Nacional.
La sangrienta "revuelta de la sémola" del 4 de octubre de 1988, desencadenada por la escasez y encarecimiento de los productos de primera necesidad (de hecho un estallido causado por el resentimiento popular, acumulado tras dos décadas de falta de libertades, corrupción y abusos del Frente de Liberación Nacional), indujo a Bendjedid a acelerar las reformas. El 23 de febrero de 1989 se aprobó en referéndum un cambio constitucional que abandonaba el socialismo, introducía el multipartidismo y establecía la separación de poderes. El 2 de julio de ese mismo año la Asamblea Nacional aprobó una legislación de partidos.
El proceso democrático era inédito en la zona, tanto más por incluir la legalización del fundamentalismo, representado por el Frente Islámico de Salvación (FIS) de Abasi Madani. Esta formación, convertida en un partido de masas, barrió a las fuerzas rivales en la elecciones municipales del 12 de junio de 1990, y se embarcó en un pulso de fuerza con el poder. Ante el cariz prerrevolucionario que adquiría la protesta islamista, Bendjedid declaró el estado de excepción el 5 de junio de 1991 y aplazó las previstas elecciones legislativas, y tras una segunda oleada de violencia a finales de mes, el día 28 ordenó una amplia operación militar antiislamista, al tiempo que renunciaba a la jefatura del Frente de Liberación Nacional, en un gesto de separación de Estado y Partido dada la gravedad de la situación.
Reconducida la crisis, pudieron celebrarse las elecciones legislativas el 26 de diciembre de 1991, en las que el Frente de Liberación Nacional sufrió en descalabro ante el Frente Islámico de Salvación, con 16 escaños frente a los 188 obtenidos por éste, derrota contundente aunque matizada por el cómputo del voto real (47,5 % el FIS, 20,6 % el FLN) y la escasa participación (59%). Era evidente que Bendjedid había cometido un grave error de cálculo: creyendo anular al Frente Islámico de Salvación al darle cauces de participación, le permitió situarse en la antesala de la conquista del poder. Nada impedía que el Frente Islámico de Salvación se hiciera en la segunda vuelta, prevista el 16 de enero de 1992, con los 22 escaños que le faltaban para la mayoría absoluta.
En este dilema entre continuar el proceso electoral, con todas las consecuencias, o interrumpirlo y liquidar con ello la incipiente democracia, Bendjedid fue vencido por las presiones del sector duro del régimen y de las Fuerzas Armadas. El 11 de enero de 1992 presentó la dimisión a fin de "no constituir un obstáculo a la unidad nacional". Una junta cívico-militar, el Alto Consejo de Seguridad, asumió el poder, disolvió el Frente Islámico de Salvación y decretó el estado de excepción. Se rumoreó entonces que los militares se habrían anticipado a un plan suyo pactado con el Frente Islámico de Salvación para celebrar elecciones presidenciales, presumiblemente ganadas por los islamistas, a cambio de acceder éstos a una "cohabitación pacífica". Tras este golpe institucional, Bendjedid desapareció por completo de la escena política.
Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «».
En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en
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