Pedro Fernández de Quirós

(Pedro Fernández de Quirós o Fernandes de Queirós; Évora, 1560 - en Nueva España, 1615) Navegante portugués al servicio de España. Tomó parte en la expedición de Álvaro de Mendaña a las islas Salomón y las Filipinas (1595). En una expedición posterior salió de Perú al mando de tres naves en 1605 y descubrió las Nuevas Hébridas. Murió cuando preparaba una tercera expedición a las islas australes.


Pedro Fernández de Quirós

Trasladado a Perú a finales del siglo XVI, Pedro Fernández de Quirós participó como piloto mayor en la expedición que, encargada por el virrey García Hurtado de Mendoza a Álvaro de Mendaña, llegó a las islas Filipinas en febrero de 1596, después de que Quirós sustituyera en el mando al fallecido Mendaña, quien había descubierto las islas Marquesas (julio de 1595) y de Santa Cruz (septiembre del mismo año) en dicho viaje. A su regreso a Lima se propuso ahondar en los descubrimientos de Mendaña y marchó a España con el objeto de obtener financiación para nuevas expediciones.

En Roma, y por mediación del duque de Sessa, obtuvo una entrevista con el papa Clemente VIII, quien a su vez le recomendó ante Felipe III. Obtenidas las cédulas precisas, se embarcó en Cádiz con destino a Nueva España (México) en la escuadra que transportaba al virrey Juan de Mendoza y Luna, marqués de Montesclaros. En 1605 llegó a Lima (Perú), cuyo virrey, Gaspar de Zúñiga y Acevedo, marques de Monterrey, le proporcionó tres navíos con los que partió en diciembre de 1605 del puerto de El Callao (Perú).

Su objetivo era descubrir la Tierra Austral, cuya existencia se suponía al sur de Nueva Guinea. Acompañaban a Fernández de Quirós en esta travesía el marino Luis Váez de Torres y el poeta Luis de Belmonte Bermúdez, probablemente autor de la obra Historia del descubrimiento de las regiones Australes hecho por el general Pedro Fernández de Quirós. Desvió la ruta inicial, que les hubiera llevado a Nueva Zelanda o Australia, y tras cinco meses de navegación llegó a la isla que denominó Australia del Espíritu Santo (en la actualidad, isla del Espíritu Santo, en Vanuatu, antiguas Nuevas Hébridas), de la que tomó posesión.

En esta isla fundó una ciudad imaginaria que denominó Nueva Jerusalén y creó la Orden de Caballería del Espíritu Santo, por la que hizo caballeros a sus compañeros de expedición, hechos por los que Arnold Good en su obra The discovery of Australia (1922) le denominó el Quijote del Océano. Como los indígenas daban muestras de hostilidad, en junio de 1606 salió con la flota de la isla, pero inmediatamente cambió de parecer y ordenó regresar a la bahía para invernar en la misma; una fuerte tempestad dispersó sus navíos, alejando el de Fernández de Quirós de la isla, por lo cual y debido a la presión ejercida por la tripulación hubo de continuar rumbo a México, donde recibió numerosas acusaciones y apenas pudo reunir los recursos suficientes para volver a España y dar cuenta de su misión al rey.

Llegó a la Corte en octubre de 1607 y solicitó una nueva escuadra al rey, quien le ofreció la suma de 500 ducados; después de nuevas entrevistas, por una Real Cédula (21 de octubre de 1614), el monarca ordenó al virrey de Perú Francisco de Borja y Aragón, príncipe de Esquilache, que le preparase una armada a su llegada a aquellas tierras. Sin embargo, su empeño no pudo verse satisfecho, ya que falleció a su llegada a México.

Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].