Leonor Fini

(Buenos Aires, 1908 - París, 1996) Pintora argentina. Pasó la mayor parte de su vida en París, donde entró en contacto con el círculo de artistas surrealistas, del cual formó parte. Junto con otras pintoras como Leonora Carrington, Dorothea Tanning, Kay Sage o Eileen Agar, Leonor Fini fue una de las más destacadas figuras femeninas del movimiento surrealista. La particular visión de Fini de esta tendencia se concreta en ricos lienzos donde interpretaciones de un figurativismo al modo de Dalí nos aproximan a los ricos mundos oníricos de Paul Delvaux o Giorgio de Chirico.


Leonor Fini

Fini fue una artista autodidacta que creció a la sombra de la rica biblioteca de su tío, en la que descubrió a Aubrey Beardsley, Gustav Klimt y el universo de los prerrafaelistas. Estas lecturas, junto con sus visitas a los museos, forjaron su gusto por los espacios con referencias ensoñadoras que tan bien encajaron en la estética surrealista.

Tras sus primeros años en Trieste, Leonor Fini se trasladó a París en 1933, cuando la ciudad era la capital mundial de la cultura. A comienzos de su estancia en la ciudad del Sena entabló amistad con artistas tan representativos del surrealismo como el poeta Paul Éluard o los pintores Max Ernst, René Magritte o Víctor Brauner. Esto sirvió para que en 1935 realizase su primera exposición individual.


La guardiana del fénix (1952)

A pesar de ello, el distanciamiento de Leonor del movimiento surrealista fue cada vez mayor, debido a la actitud intolerante de su máximo mentor, André Breton, lo que le permitió participar por un lado de los postulados estéticos del movimiento, pero a la vez conservar su independencia, tanto a nivel plástico como técnico. Así, en la obra de Fini se encuentra poco del "automatismo psíquico" que fue la piedra angular de las técnicas literarias y pictóricas surrealistas; muy al contrario, su independencia le permitió refugiarse en un estilo figurativo con un fuerte componente onírico.

Entre sus obras más relevantes podemos citar El gato Monou (1943), que es casi un manifiesto de su actitud pictórica. Otras muestras de su obra abarcan desde la ilustración de libros (como la obra de Ibsen Casa de Muñecas) hasta el terreno de la escenografía, que simultaneó con la pintura hasta el final de sus días. Entre otros, destacaron sus proyectos para el Satiricón de Fellini o Las criadas de Jean Genet. No se limitó a los decorados de las representaciones, sino que también diseñó y confeccionó en ocasiones el vestuario, máscaras, enseres del atrezo y todo tipo de elementos.

Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].