William Shakespeare

 
Shakespeare enamorado. No solamente sus obras; también algunos aspectos de su vida, con mayor o menor fidelidad, han sido llevados al cine. Una de las más recientes películas sobre su figura, Shakespeare in love (1998), nos presenta a Shakespeare como un joven dramaturgo que intenta ganarse la vida lo mejor que puede dando rienda suelta a su asombrosa imaginación. El problema surge cuando la fuente de su inspiración deja de fluir, lo cual acarrea todo tipo de consecuencias calamitosas para él, tanto en el ámbito amoroso como en el profesional: su última obra debe estrenarse en breve, y todavía no ha escrito una sola línea. Durante una audición queda muy impresionado con un joven actor de voz atiplada, Thomas Kent; poco después, conoce a una dama de alta cuna de la cual se enamora perdidamente: Viola de Lesseps. A causa de una afortunada coincidencia, Shakespeare descubre que ambos son una sola persona, pero su entusiasmo al verse correspondido en sus sentimientos pronto queda ensombrecido cuando averigua que, por imposición social, Viola debe casarse con un rico hacendado.

Esta comedia romántica, en cuyo guión colaboró el célebre dramaturgo Tom Stoppard, suscitó el asombro general cuando le arrebató el Oscar a la mejor película a la gran favorita, Salvar al soldado Ryan, llevándose en total siete estatuillas, entre las que destacan las concedidas a la interpretación femenina, que recayeron en la joven Gwyneth Paltrow y en la veteranísima Judi Dench. Concebida sin ninguna intención de biografiar a Shakespeare (casi todo lo relatado es ficticio), su argumento es una sucesión de los tópicos amorosos más manidos de Hollywood, pero destaca por su buena recreación de las condiciones del teatro isabelino (la precariedad de medios, la ordinariez del público, los actores pésimos) y su éxito muestra el interés que sigue despertando en nuestros días la personalidad del genial dramaturgo.