Ban Ki-moon

(Ch’ongju, 1944) Diplomático surcoreano, secretario general de la ONU desde 2007. Nacido en el seno de una familia de agricultores acomodados, cuando estudiaba el bachillerato en Seúl ganó un concurso de dominio de la lengua inglesa, organizado por la Cruz Roja estadounidense, y recibió como premio un viaje de estudios por Estados Unidos. Estuvo en Washington y fue recibido en la Casa Blanca por el presidente John F. Kennedy en 1962. Según sus declaraciones, de esa época data su firme decisión de seguir la carrera diplomática.

Estudió Relaciones Internacionales en la Universidad de Seúl, en la que obtuvo una licenciatura en 1970. El mismo año ingresó en el cuerpo diplomático y prestó servicio en las embajadas de Nueva Delhi y Washington. Para mejorar su currículum residió durante varios años en Estados Unidos y logró un máster en administración pública por la Escuela de Gobierno John Kennedy, de la Universidad de Harvard, en 1985.


Ban Ki-moon

Aunque no es un producto típico del sistema de funcionarios de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), como lo fue su predecesor Kofi Annan, Ban Ki-moon tiene a sus espaldas treinta y seis años de carrera diplomática y consagró más de diez a la institución internacional en diversos cometidos. Desempeñó el cargo de primer secretario de la misión de observación de la República de Corea antes de que ésta fuera miembro de pleno derecho debido a los problemas planteados por la existencia de los dos Estados coreanos, que no ingresaron en la ONU hasta 1991.

Fue director general de Asuntos Norteamericanos en el Ministerio de Asuntos Exteriores (1990-1992), primer secretario encargado del protocolo de la Casa Azul (residencia de los jefes de Estado surcoreanos) y consejero diplomático y de Defensa Nacional con el presidente Kim Young-sam (1993-1998). Durante su gestión como embajador de la República de Corea en Viena (1998-2000) fue elegido presidente de la comisión preparatoria del tratado internacional que prohibió todas las pruebas nucleares, en 1999.

Viceprimer ministro de Asuntos Exteriores desde 2000, encargado de la Planificación Política y las Organizaciones Internacionales, fue destituido en 2001, pero inmediatamente designado jefe del Gabinete del ministro de Asuntos Exteriores, Han Seung-soo, cuando éste presidió la Asamblea General de la ONU, en la sesión anual que comenzó en septiembre de 2001. Promovió la aprobación por los 189 Estados miembros de una resolución que condenaba los atentados del 11-S en Nueva York y Washington, por lo que se granjeó las simpatías y el agradecimiento de Estados Unidos. La experiencia adquirida durante ese año en la ONU, al más alto nivel, le sirvió mucho en su campaña para la Secretaría General.

Durante su desempeño diplomático participó en casi todos los asuntos concernientes a las difíciles relaciones intercoreanas. Fue vicepresidente (1992) de la Comisión Conjunta de Control Nuclear luego de que las dos Coreas firmaran una solemne declaración para mantener la península al margen de las armas nucleares. También participó a partir de 2003 en las conversaciones de las seis potencias (Estados Unidos, China, Japón, Rusia, República Democrática Popular de Corea y República de Corea) que tenían el objetivo fallido de que el régimen de P’yongyang renunciara a dotarse de armas nucleares.

Nombrado ministro de Asuntos Exteriores en enero de 2004, su mayor preocupación siguió siendo la ambición nuclear de la República Democrática Popular de Corea. Como defensor de la intervención de Estados Unidos en Iraq, tras el secuestro y asesinato de un coreano en Iraq (en junio de 2004) quiso presentar la dimisión, pero le disuadió el presidente, Roh Moo-hyun. Se desmarcó de la posición estadounidense, favorable a la imposición de sanciones contra la República Democrática Popular de Corea, y preconizó la continuidad del esfuerzo diplomático.

En febrero de 2006, tras asegurarse el respaldo discreto de Washington y el más abierto de Pekín, Ban Ki-moon presentó su candidatura para suceder a Kofi Annan en el cargo de secretario general de la ONU, ya que la norma no escrita de rotación por continentes favorecía a un asiático. Obtuvo el mejor resultado de todos los candidatos en los cuatro escrutinios informales organizados por el Consejo de Seguridad, el 7 de julio, el 14 y el 28 de septiembre y el 2 de octubre. Lo más importante, sin embargo, es que no recibió ningún voto negativo de los cinco miembros permanentes con derecho de veto (Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido y Francia). Su más directo rival, Shashi Tharoor, de Malaysia, funcionario de las Naciones Unidas, retiró su candidatura.

En la votación celebrada el 2 de octubre, Ban Ki-moon obtuvo 14 votos favorables y una abstención (la de Japón). El 9 de octubre, el Consejo de Seguridad le designó para proponerlo oficialmente a la Asamblea General de la ONU, según lo establecido en la Carta fundacional. Cuatro días después, el 13 de octubre, la Asamblea General adoptó una resolución, por aclamación de sus 192 miembros, eligiéndole secretario general, cargo del que tomaría posesión el 1 de enero de 2007. Sería el segundo asiático, después del birmano U Thant (1961-1971), que accedería al cargo “más imposible del planeta”, según lo definió el primero en ejercerlo, el noruego Trygve Lie.

Sucesor de Kofi Annan

En el fondo, Ban Ki-moon prometía el cambio en la continuidad. Tras expresar “un profundo respeto” por su predecesor Kofi Annan, defendió un programa completo de reforma de la institución, como deseaba Estados Unidos, el principal contribuyente del presupuesto. “Personalmente tengo una gran fe en la ONU -aseguró-, pero debemos reformar esta organización sexagenaria para hacerla más pertinente y más eficaz.” Su mandato es de cinco años renovables.

Por su nacionalidad, Ban Ki-moon reivindicaba “una relación especial” con la ONU, sellada por la sangrienta guerra de Corea (1950-1953), que fue, según él, “la primera prueba de la seguridad colectiva” en que se fundamenta la organización. La República de Corea fue ayudada entonces por tropas multinacionales bajo la bandera de la ONU para hacer frente a la agresión de la República Democrática Popular de Corea con el concurso de China y la bendición de la Unión Soviética. La península coreana es el único territorio nacional que permanece dividido desde la Guerra Fría.


Ban Ki-moon, séptimo secretario general de la ONU

Elogiado por todo el mundo como un gran trabajador y por su sentido del equilibrio, negociador experimentado, metódico y firme en sus convicciones, Ban Ki-moon “no tiene ningún enemigo”, según la opinión dominante en la sede de la ONU mientras se desarrollaba el proceso de su elección. Próximo a Estados Unidos en las cuestiones de Iraq y de la reforma de la ONU, se distanciaba, sin embargo, por su respaldo inequívoco de la Corte Penal Internacional. Pese a que su elección coincidió prácticamente con la prueba nuclear llevada a cabo por los norcoreanos el 9 de octubre, siguió abogando por la vía diplomática para resolver la crisis.

En su primera conferencia de prensa, Ban Ki-moon se declaró dispuesto a viajar a P’yongyang “para explicar a los norcoreanos lo que deben hacer en cuanto miembros responsables de la comunidad internacional”. En lo concerniente a la proliferación nuclear, añadió: “Es una de las más grandes amenazas con que deben enfrentarse la comunidad internacional y las Naciones Unidas”. Sobre las ambiciones de Irán, precisó: “El uso pacífico de la energía nuclear no es sin condiciones, ya que está sometido al Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares (TNP), y el Gobierno iraní no ha convencido suficientemente a la comunidad internacional de sus intenciones pacíficas”.

Ban Ki-moon está casado con una compañera de estudios de bachillerato, Yoo Soon-taek, con la que ha tenido un hijo y dos hijas. Se considera un cristiano sin confesión específica, en cuanto miembro del Movimiento sin Iglesia, fundado por Uchimura Kanzo, que se extendió por Corea en la década de 1920. Los miembros de este movimiento, en su mayoría intelectuales, hacen de los evangelios una fuente de inspiración para su vida pública y privada. Su divisa reza: “Un diplomático es un trabajador”.

Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].