Juan Bautista Idiarte

(Juan Bautista Idiarte Borda; Mercedes, 1844 - Montevideo, 1897) Político uruguayo, presidente de la República entre 1894 y 1897. Era hijo de inmigrantes vasco-franceses. Fue elegido varias veces como diputado en las listas del Partido Colorado y en 1890 accedió al Senado. Cuando ese mismo año el general Tajes decidió devolver el poder a los civiles, apoyó la candidatura de Julio Herrera y Obes.


Juan Bautista Idiarte

Fue nombrado presidente de la República de Uruguay en 1894, tras producirse la renuncia del presidente electo José Eugenio Ellauri, cuya candidatura había apoyado Idiarte, aunque no llegó a tomar posesión. La elección de Idiarte fue larga y dificultosa, ya que ninguno de los candidatos propuestos obtenía el consenso necesario para obtener la mayoría de los votos de los senadores. Después de 21 días y 40 votaciones, su candidatura, que no se encontraba entre las propuestas al inicio de las sesiones, obtuvo los 47 sufragios necesarios. Intentó continuar la política del ex-presidente Julio Herrera y Obes, de quien se había convertido en uno de sus más estrechos colaboradores durante su mandato (1890-1894).

Trató de impulsar el desarrollo económico del país con el fortalecimiento de las vías de comunicación, para lo cual construyó la Carretera Nacional -que unía las principales ciudades-, llevó la línea férrea hasta la localidad de Mercedes y mandó efectuar el proyecto para la construcción del nuevo puerto de Montevideo. Las gestiones de Idiarte fueron fundamentales para que se celebrase la Primera Feria de Ganadería y agricultura de Uruguay. Durante su mandato se fundó el Banco Nacional de la República (1896). Su actuación le valió duras críticas del Partido Blanco y de los sectores de su propio partido encabezados por José Batlle y Ordóñez. Sus rivales consideraban que era excesivo el favoritismo que mostraba hacia sus partidarios, y que sus directrices políticas se alejaban de los intereses del país.

En noviembre 1896 su gobierno estuvo a punto de caer por culpa de un movimiento revolucionario en el que Aparicio Saravia se levantó al frente de una división de setecientos hombres. Idiarte recortó las libertades de prensa y prohibió a los periódicos informar sobre la situación, aunque las presiones políticas le obligaron a levantar la prohibición. Las tropas leales al gobierno consiguieron acabar fácilmente con el foco de rebelión.

En marzo del año siguiente tuvo que hacer frente a un nuevo levantamiento nacionalista, conocido como la revuelta blanca, encabezado por los líderes del Partido Blanco, Aparicio Saravia y Diego Lamas. Este alzamiento, mucho mejor organizado y con más apoyo, se convirtió en una seria amenaza para la estabilidad del país. Los amotinados exigían la proclamación de una gran candidatura presidencial de unidad nacional, y que se les entregara la jefatura de varias comisarías de policía.

Estas peticiones fueron totalmente rechazadas por el presidente Idiarte, quien envió al ejército a acabar con los rebeldes. Un sector del Partido Blanco, el encabezado por el general Muñiz, apoyó sin reservas la actuación del gobierno, mientras que otro, el liderado por los coroneles Pampillón y Saura prefirió mantenerse al margen. Las tropas gubernamentales y las de Saravia y Lamas se enfrentaron en cinco ocasiones: en Arbolio, en Tres Árboles, en Cerros Colorados, en Cerros Blancos y en Aceguá, pero la victoria no se inclinaba hacia ninguno de los dos contendientes.

El presidente envió a varios emisarios para llegar a un acuerdo de paz, pero todas las gestiones acabaron en fracaso. Ante el cariz que estaba tomando la situación, sus rivales políticos trataron de llegar a un acuerdo con Lamas y Saravia a espaldas del gobierno. El presidente fue asesinado a tiros cuando salía de misa, en las escaleras de la catedral de Montevideo, por Avelino Arredondo, militante del Partido Colorado, el 25 de agosto de 1897. El ejército, que se encontraba formado a la puertas del templo para rendir honores al presidente, no hizo nada por evitar el magnicidio, lo que era reflejo de la fuerte oposición a su gobierno existente en todos los sectores sociales del país. Tras su muerte se alcanzó un acuerdo que devolvió la paz a Uruguay.

Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].