Miguel de Cervantes

 
Retrato. Cuarto hijo de un cirujano sordo y sin posibles llamado Rodrigo de Cervantes y de su esposa doña Leonor de Cortinas, Miguel de Cervantes fue bautizado el 9 de octubre en la medieval iglesia de Santa María la Mayor de Alcalá de Henares, pero pronto pasó a Valladolid, donde su padre ejercía su oficio (poco más lucido que el de sangrador o barbero) acaso en el Hospital de la Resurrección, escenario de las fantasías de la niñez evocado por el escritor en la obra El coloquio de perros. Es probable que estudiara en el colegio de la Compañía de Jesús en Sevilla o en Salamanca, y es seguro que fue discípulo en Madrid del maestro de humanidades Juan López de Hoyos, aunque este "ingenio lego", en feliz expresión de Tamayo de Vargas, aprendió más en las adversidades de la vida que en la familiaridad con los libros. Por los azares de la pobreza que atenazaba a su familia y que lo perseguiría tercamente hasta el fin de sus días, residió en diversas ciudades españolas y viajó en su juventud a Italia con el séquito del cardenal Acquaviva, admirándose de las bellezas renacentistas de Florencia, Milán, Palermo, Venecia, Parma, Ferrara y Roma. En la imagen, un retrato de Cervantes realizado por Eduardo Balaca; no podemos, sin embargo, confiar en la autenticidad de ninguno de los retratos suyos que se conservan.