Francisco de Goya

 
La familia de Carlos IV
1800
Lienzo. 2,80 x 3,36
Museo del Prado, Madrid.

En el gran lienzo que lleva por título La familia de Carlos IV, Goya pretendió evocar de algún modo Las Meninas de Velázquez. La primera pregunta que hay que formular cuando se observa este conocido lienzo es desde qué lugar y para quién fue concebida esta imagen que compromete e incluye al propio pintor. En cualquier caso, la técnica pictórica de Goya en este cuadro es de una perfección y riqueza excepcionales.

La pintura presenta sombras grises y transparentes (puestas de relieve gracias a la restauración que se efectuó del lienzo) que matizan los ricos vestidos, las sedas, las joyas y los brocados centelleantes de la familia real (las damas llevan las bandas de la Orden de María Luisa y los varones la de Carlos III). Asimismo, con la restauración el lienzo recuperó la profundidad y transparencia original.

Para La familia de Carlos IV, Goya realizó apuntes del natural, cinco de los cuales se conservan en el Museo del Prado. El pintor imprimió sobre la tela, con sorprendente simplicidad y seguridad de toque, los rasgos de los retratados. En el lienzo definitivo estos rasgos, aunque sin apenas modificación, aparecen, no obstante, un tanto atenuados. En el apunte de la infanta doña María Josefa, Goya puso de manifiesto el poco afecto que por ella sentía. Representó, descarnadamente, un rostro feo y de aspecto brujesco. En el lienzo definitivo Goya la situó en un segundo término, como correspondía a un personaje gris, que vivió a la sombra del monarca.