Carlos Lleras Restrepo

(Bogotá, 1908 - id., 1994) Político colombiano que presidió la República entre 1966 y 1970. En 1930, con tan sólo 22 años, era ya doctor en Derecho y en Ciencias Políticas y Sociales por la Universidad Nacional de Colombia. Hombre de ideología liberal, compaginó la labor docente con la actividad política. En 1931 fue elegido diputado de la Asamblea de Cundinamarca; en 1935 fue presidente de la Cámara de Representantes. A los 30 años fue nombrado ministro de Hacienda por el presidente Eduardo Santos, y en esa misma época se encargó de la cátedra de Hacienda Pública en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional. En 1942 fue elegido senador, y un año después se hizo cargo nuevamente de la cartera de Hacienda. Tres años después su carrera política alcanzó relieve internacional, al ser elegido en Londres vicepresidente del Consejo Económico y Social (ECOSOC) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Como presidente de la República (1966-1970) intentó desarrollar una política reformista, llamada de transformación nacional, que incluía directrices económicas como la regulación de la inversión extranjera y la modificación del comercio internacional del café, y socioculturales, como la protección de la familia y el refuerzo de las instituciones culturales más populares. El Congreso, en el que no contaba con mayoría suficiente, le impidió llevar a la práctica muchos de sus proyectos.


Carlos Lleras Restrepo

Al llegar a la presidencia, Carlos Lleras Restrepo tuvo que enfrentarse con una delicada situación política. El milimetrismo en el reparto de los cargos públicos practicado por el gobierno de Guillermo León Valencia (1962-1966) había reforzado el poder de los jefes nacionales y locales de los dos partidos, pero no el del presidente de la república. Lleras Restrepo quiso actuar independientemente de las dos formaciones, sin tanta negociación y atadura; el tradicional clientelismo se vio bastante lastimado, pero también las funciones presidenciales se vieron a veces entorpecidas y hubo entre el ejecutivo y el legislativo un permanente enfrentamiento, que se hizo evidente con el retraso en la aprobación del proyecto de reforma constitucional presentado por el presidente a la Cámara de Representantes. El proyecto de Lleras, que tenía como filosofía desmontar el clientelismo y fortalecer el poder central, inició su tramitación en noviembre de 1966 y sólo fue aprobado, con enmiendas, en diciembre de 1968. El 16 de noviembre de ese año fue levantado el estado de sitio y el país volvió a la normalidad constitucional.

La situación económica también era preocupante, pues la liberalización gradual de las importaciones llevada a cabo por Guillermo León Valencia a principios de 1966 supuso que el coste de los productos comprados en el extranjero alcanzara los 60 o 70 millones de dólares por mes, cuando el nivel normal era de 40 millones. Las reservas internacionales estaban casi a cero y la cotización del café, que seguía siendo el principal producto de exportación y representaba el 70 por ciento de las ventas en el exterior, mostraba una tendencia a la baja. Para completar tan alarmante situación, la inflación alcanzó en 1966 el 13,6 por ciento; todo ello significó un déficit de cien millones de dólares. Por otra parte, la población del país pasaba aceleradamente de rural a urbana, con un crecimiento demográfico del 3,2 por ciento anual.

Para hacer frente a estos problemas, la administración Lleras adelantó cierto control de las inversiones extranjeras y del uso de los créditos internacionales e incrementó las inversiones del Estado. Durante el primer año de gobierno se tomaron medidas de emergencia para suprimir el desequilibrio de la balanza de pagos, y fue así como se bloquearon todas las cuentas en dólares; las transacciones debían ser controladas por el Banco de la República, que en adelante fue encargado de efectuar los pagos en el exterior. Se suprimió el sistema de libre importación y se estableció la obligación de diligenciar una licencia previa.

El Instituto de Fomento Industrial (IFI) fue el encargado de adelantar la mayoría de préstamos al sector público y privado para dinamizar nuevos sectores de la producción, y por lo general entró como socio capitalista; fue ese el caso de la empresa de ensamblaje de automóviles Renault. Se impulsó asimismo un programa de control de la natalidad, que fue cuestionado por la Iglesia, pero que poco a poco comenzó a ser aplicado y que con los años llegaría a ser uno de los más exitosos en América Latina.

El gobierno de Lleras se caracterizó por su permanente actividad. Nunca antes ningún presidente colombiano fue tan visto y oído; en los primeros dos años y medio realizó 63 viajes a diferentes ciudades y regiones del país. Comenzó a utilizar la televisión y la radio para dirigirse a los colombianos. En 1968 se celebró el Congreso Eucarístico Internacional y vino a Bogotá el papa Pablo VI, ocasión que fue aprovechada para modernizar la capital colombiana, con la construcción de grandes avenidas y el cambio de iluminación en buena parte de ellas.

En el terreno social, el movimiento estudiantil había tomado gran importancia a partir de los sucesos del 8 y 9 de junio de 1954 y se había convertido en un importante elemento de oposición, hasta el punto de que en 1965 había puesto en apuros la estabilidad del anterior gobierno. Durante el gobierno de Lleras Restrepo los problemas continuaron; en 1968 la Universidad Nacional fue militarizada y violada la autonomía universitaria.

La política exterior de Lleras Restrepo buscó diversificar las relaciones diplomáticas y comerciales con otros países distintos a Estados Unidos; se incrementó la venta de café a España, Alemania y Japón, países, junto con Francia, a los que se invitó a invertir en Colombia. Se renovaron relaciones con la Unión Soviética, rotas a raíz del 9 de abril, y se adelantaron acuerdos comerciales con Checoslovaquia, Yugoslavia, Rumania y Bulgaria. Se creó además el Pacto Andino con el objetivo de acrecentar las relaciones comerciales con Chile, Venezuela, Perú, Ecuador y Bolivia.

Dos días después de las elecciones presidenciales de 1970, Carlos Lleras Restrepo hubo de afrontar un posible golpe de Estado del general Gustavo Rojas Pinilla, que había sido derrotado en las elecciones, al parecer de forma fraudulenta, por Misael Pastrana Borrero. Lleras logró mantener el orden y entregó el poder a Pastrana Borrero el 7 de agosto.

En junio de 1981 dimitió de su cargo de presidente del Partido Liberal. Ese mismo año fue designado por el rey Juan Carlos I de España como miembro del Consejo Superior del Instituto de Cooperación Iberoamericana. Dos años después fue nombrado presidente de la Comisión Colombiana para la celebración del quinto centenario del descubrimiento de América. Intentó ser candidato de nuevo en 1982, pero fue derrotado por su correligionario Julio César Turbay. Autor de unas memorias en seis volúmenes, pasó a dirigir la revista semanal Nueva Frontera, que había fundado en 1974. En 1984 le fue concedido el Premio de Periodismo Simón Bolívar.

Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].