Pedrarias Dávila

(Pedrarias o Pedro Arias Dávila; Segovia, c. 1440 - León, 1531) Conquistador y administrador colonial español. Nombrado gobernador y capitán general de Castilla del Oro, en 1514 marchó a América al frente de una expedición. Tras pacificar el territorio, dispuso varias expediciones para explorar el país y fundó la ciudad de Panamá (1519). En su afán de mantener el poder y acrecentar el territorio, mandó ejecutar a Núñez de Balboa (1519) y a Francisco Hernández de Córdoba (1526). Por su dureza se ganó muchos enemigos y fue desposeído de su cargo (1526), pero se hizo con la gobernación de Nicaragua (1527), que ocupó hasta su muerte y logró ampliar con sucesivas conquistas.


Pedrarias o Pedro Arias Dávila

Nacido en el seno de una familia hidalga, Pedrarias Dávila se educó en la corte de Juan II de Castilla. Formando parte de las tropas castellanas intervino en la Guerra de Granada (1481-1492) y, posteriormente, en las campañas de África (1508-1511). Los méritos por su actuación en ambas contiendas le valieron, en 1513, el nombramiento de gobernador con amplios poderes de Castilla del Oro, nombre de la demarcación que se extendería por la mitad meridional del istmo centroamericano (Panamá, Costa Rica y Nicaragua) como parte de la «Tierra Firme», es decir, de los territorios continentales, en oposición a las islas antillanas. Ello implicaba la organización de la primera expedición a tierras americanas que Castilla acometía con propósitos colonizadores.

Acompañado por el que sería primer obispo de Tierra Firme, fray Juan de Quevedo, por los cronistas Bernal Díaz del Castillo y Gonzalo Fernández de Oviedo, y por expedicionarios como Diego de Almagro, Sebastián de Belalcázar, Francisco Vázquez de Coronado, Francisco de Montejo, Hernando de Soto o Pascual de Andagoya, destinados a emprender ellos mismos importantes exploraciones o conquistas, Pedrarias Dávila partió de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) el 11 de abril de 1514 al frente de una flota de veinticinco barcos en que viajaron alrededor de dos mil personas. Casi tres meses después, el 29 de junio del mismo año, el convoy desembarcaba en Santa María de la Antigua del Darién, donde desempeñaba el cargo de gobernador interino Vasco Núñez de Balboa; un año antes, penetrando en el istmo, Balboa había llegado al «Mar del Sur» (el Oceáno Pacífico), protagonizando uno de los hitos de las exploraciones que siguieron al descubrimiento de América.

Pedrarias Dávila ocupó su cargo de gobernador de Castilla del Oro durante doce años (1514-1526), ejerciendo sus potestades con energía y dominando radicalmente cualquier intento de levantamiento entre sus rivales políticos. El clima, que diezmó a sus huestes, fue uno de los principales obstáculos de su ambición; aun así, organizó casi inmediatamente a su llegada diversas expediciones.

Las tres primeras, dirigidas respectivamente por Carrillo, Ayora y Pedrarias el Mancebo, obtuvieron escasos resultados, pero no fue el caso de las siguientes, y muy especialmente de las encabezadas por Vallejo, Gaspar de Morales, Becerra y Balboa. El primero expandió el dominio castellano por Urabá y el segundo llegó hasta la isla de las Flores, mientras Becerra exploraba la zona de Comagre y Tubanana y Balboa lo hacía por el Dabaybe. El mismo Pedrarias Dávila se reservó una incursión para conseguir las tierras dominadas por el cacique indígena Urraca, pero fracasó en el intento.

Sus maneras autoritarias le acarrearon la enemistad de muchos de sus compañeros de empresa y las quejas llegaron hasta la corte. En 1518, como respuesta, el emperador Carlos V le sustituyó por Lope de Sosa, pero éste murió durante la travesía y Pedrarias Dávila continuó al mando de su jurisdicción, si bien en calidad de gobernador interino. La eficacia con que desempeñó esta segunda etapa de gobierno le permitió ser confirmado en el cargo por el emperador.

Contando con la confianza de la corte, Pedrarias Dávila organizó nuevas expediciones, la más importante de las cuales aspiraba a recorrer el territorio previamente explorado por Vasco Núñez de Balboa. Guiado por el propósito de crear un nuevo asentamiento portuario, los expedicionarios se dirigieron desde la isla de las Flores a la costa, donde fundaron Nuestra Señora de la Asunción de Panamá (1519) como nueva capital de Castilla del Oro.

Al mismo tiempo, y sin contar con su colaboración, Gil González Dávila capitaneó una expedición paralela desde Panamá y arribó hasta la actual Nicaragua. Con el fin de integrar los nuevos territorios en sus dominios, Pedrarias Dávila envió tropas bajo el mando de Francisco Hernández de Córdoba. Pero éste buscó la alianza de Hernán Cortés, que había iniciado ya la penetración en Centroamérica desde México, dispuesto a erigirse en gobernador de las nuevas tierras. La reacción de Pedrarias Dávila fue contundente. Al frente de un nuevo contingente de tropas, embarcó hacia Nicaragua (1526) y, tras ajusticiar a Hernández de Córdoba, incorporó la región nicaragüense a su gobernación.

Ese mismo año fue relevado por Pedro de los Ríos, nuevo gobernador de Castilla del Oro. Pedrarias Dávila, no obstante, pudo obtener la gobernación de Nicaragua al año siguiente y seguir hasta su fallecimiento en el cargo (1527-1531), que ejerció de nuevo con firmeza excesiva e incurriendo en actos de crueldad innecesarios. De hecho, desde los juicios desfavorables que formulara Bartolomé de Las Casas, el nombre de Pedrarias Dávila sería reiteradamente citado como ejemplo de la infamia e iniquidad de los conquistadores; pese a todo, a él se debe la introducción en las tierras conquistadas de nuevos cultivos, el desarrollo de la ganadería y la fundación de diversas ciudades.

Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].